LAS PRIMERAS MEDIDAS ECONÓMICAS EN LA PRIMERA REPÚBLICA
LAS PRIMERAS MEDIDAS ECONÓMICAS EN LA PRIMERA REPÚBLICA
La intervención estatal tiene una profunda raíz en el proceso de crecimiento paraguayo. Desde el colonialismo hasta el presente, el Estado sigue teniendo un rol preponderante en el campo económico.
El advenimiento de la independencia del Paraguay permite la instalación de la Primera junta Gubernativa en junio de 1811, conformado por el Tte. Cnel. Fulgencio Yegros, y los vocales José Gaspar Rodríguez de Francia, Pedro Juan Caballero, Francisco Javier Bogarín y Fernando de la Mora. Era obvio, que tras las políticas económicas proteccionistas, esclavistas y subyugantes impuestas durante la colonia, que las primeras acciones de esta Junta de Gobierno instalada en el año 1811 y de los próximos gobiernos instalados, se concentren en medidas económicas que acompañen y afiancen el nacimiento de la nueva República del Paraguay. Efraím Cardozo (1987) refiere que los primeros paquetes económicos nacionales fueron dirigidos hacia la población nativa, esto es, los indios fueron declarados libres del pago de tributos y con un sistema de localización geográfico a lo largo del Río Paraguay; además de entrever que el inicio a la inversión directa extranjera se abría con las primeras concesiones publicas a empresarios norteamericanos bajo un plan de colonización del Chaco. En este período el país continuaba usando las monedas de origen español, por lo que los medios de cambios eran peso corriente, el real corriente y el cuartillo corriente sumados a las monedas de oro y plata eran usadas por la población para el atesoramiento y como referencia de cambios.
No se tiene evidencia de disposiciones integrales a nivel económico, sino más bien se pueden ver medidas aisladas, tendientes a solucionar problemas estructurales específicos que afectaban el normal desarrollo económico sectorial. La nueva Junta instalada recibe a una nación sin salida al mar, con gran dependencia económica y política proteccionista del transporte marítimo y del mercado de los países limítrofes. Por ende, toda la diplomacia fue dirigida básicamente hacia el reconocimiento de la independencia del Paraguay. Como toda nueva nación independiente, los problemas fronterizos aún no aclarados y con muchas dudas, tuvieron sus efectos negativos; tales como el bloqueo de las principales salidas marítimas del país y en especial por la situación de Corrientes. Las primeras misiones para negociar la libre navegación comercial entre Asunción y Montevideo fracasaron, sumado a esto los ataques de saqueo a productos paraguayos en barcos paraguayos.
Es interesante destacar, que como efecto político, las medidas proteccionistas económicas eran muy usadas, tales como la medida fiscal de Buenos Aires de duplicación de impuesto a los tabacos importados (3 pesos por arroba) aplicando al Paraguay un impuesto moderado en 1 real y medio, utilizando así esta herramienta fiscal como arma de negociación (Cardozo, 1987).
Una breve pincelada de las medidas económicas de aquellas épocas denota el carácter político que las mismas contenían al afectar directamente la independencia del Paraguay. De hecho, la historia muestra que precisamente fueron estas providencias económicas que agobiaban al pueblo paraguayo, una de las causas del gran disgusto de la sociedad contra el triunvirato, permitiendo la vuelta del Dr. José Gaspar Rodríguez de Francia en 1813 (quien había renunciado en 1811), con poderes más autoritarios y sobre todo con fuerte rol protagónico del Cabildo como la máxima autoridad institucional.
Real busto Toledo , Moneda en Pesos - Años 1454 / 1471
EL MONOPOLIO ESTATAL Y LA ECONOMÍA DE AUTOABASTECIMIENTO
Dos grandes problemas heredaron los primeros gobiernos en el área económico y social; por un lado, la comunidad de dependencia colonial y, por otro lado, las características propias
de una población laboral analfabeta, una economía basada en productos agropecuarios y forestales (madera y yerba mate); sumado esto al riesgo político de no reconocimiento de la independencia de parte de los países limítrofes.
El Dr. Francia asume el rango de Dictador (primero temporal luego como Supremo Dictador) y una de las enérgicas acciones económicas se tradujo en fortalecer el sistema monopólico estatal, tomando bajo este sistema a los principales productos de exportación nacional, tales como la madera, de gran demanda en Buenos Aires, principal mercado de nuestros productos. Así, sólo el Estado los podía comprar y revender por armas y municiones.
El gobierno del Dr. Francia, quien gobernó hasta su muerte en 1840, es muy discutible desde el punto de vista de la historia con argumentos a favor y en contra de su gestión. Independientemente de la postura a adoptar, la historia económica tiene como ejemplo a una economía paraguaya que sobrevivió en base a una fórmula de autoabastecimiento. Aunque en un marco dictatorial, donde el fisco fue beneficiado en parte con los recursos de las confiscaciones y tributos a extranjeros, se puede visualizar la formación forzada de una marca nacional gracias al masivo consumo de productos de origen nacional. El presupuesto fiscal se componía de ingresos fijos (diezmos, impuestos sobre las tiendas, sobre las casas de piedra de la capital, los derechos de exportaciones e importaciones, las alcabalas, el papel sellado, impuestos al abasto y al mercado) y accidentales (contribuciones forzosas, multas, confiscaciones de bienes, herencias de extranjero. Cardozo (1987) enfatiza que el Dr. Francia organizó al país para su autoabastecimiento a través de normas; y el Estado se convirtió en principal propietario como resultado de las confiscaciones, dando trabajo en las "Estancias de la Patria" y en sus manufacturas a muchos ciudadanos.
Aparte de la razón política del no reconocimiento de la independencia del Paraguay, hubo otra razón poderosa para el cierre de fronteras durante la época del Dr. Francia, ya que existen numerosos relatos históricos de los saqueos y robos a productos y cargueros paraguayos en distintos puntos de salidas marítimas, por lo que se ordenó el cierre de comercio con las fronteras sur y norte. En 1818 mandó bombardear Corrientes y en lo sucesivo replicó con la suspensión temporal de la navegación. El tráfico mercantil proveniente de Paraguay se volvió más escaso. Para garantizar la libre navegación se produjo la llamada "sujeción de Corrientes en 1823". No obstante, hay evidencias de que el Dr. Francia intentó relaciones comerciales con Inglaterra y Francia, que no prosperaron y que condujo al cierre de la navegación comercial con el Río de la Plata.
Para el éxito de las medidas monopólicas y de regencia económica de la época, el marco institucional fue adecuándose, así por ejemplo, al abolirse el Cabildo, en 1824, el Dr. Francia creó la figura de juez Ordinario de Mercados y Abastos, con atribuciones en el campo económico. Todas estas acciones económicas enmarcan una economía paraguaya con características de centralista en la producción, proteccionista en el comercio internacional y mercantilista en sus prácticas de reservas monetarias.
En materia monetaria, prácticamente se impuso el trueque. Al inicio de su gobierno, el Dr. Francia reglamentó la prohibición de realizar exportaciones de oro y plata. La medida, sumada a los controles sobre el comercio exterior, hizo que se redujera sustancialmente la salida de metales del país. Igualmente, el decomiso de las fortunas mantenidas en oro, plata, tierras, animales y otros bienes de los españoles ricos, hizo que el Estado contara con abundante reserva de metal precioso, permitiendo esto su característica como un estado mercantilista.
EL COMERCIO A TRAVÉS DE ITAPÚA
Es interesante destacar que en medio de la severa medida proteccionista, surge la zona de Itapúa como un punto fronterizo estratégico de la época, ya que se permitió el comercio terrestre por Itapúa a Brasil. Se impuso por disposiciones gubernamentales un sistema comercial de trueque sujeto a estrictas reglas, en la que los brasileros enviaban muestras de los productos y el propio Dr. Francia establecía los precios en productos nacionales de los rubros seleccionados. Los productos sobrantes se ofrecían en un mercado donde los compradores eran empresarios paraguayos con permisos especiales, que debían realizar sus pagos en una parte con productos adquiridos de los almacenes fiscales. Para un país mediterráneo como el Paraguay una muy sabia estrategia en materia de política económica internacional es el desarrollo de focos fronterizos para el relacionamiento con los vecinos. Desde esa etapa esta zona del sur es crucial en materia de intercambio con Argentina y Brasil.
LAS RÁFAGAS DE LA REVOLUCIÓN INDUSTRIAL EN EL PARAGUAY
A la muerte del Dr. Francia se establece el consulado, siendo cónsules Carlos Antonio López y Mariano Roque Alonso. Carlos A. López fue cónsul hasta 1844, fecha en que el Congreso lo nombró presidente de la República, siendo reelegido en los años 1854 y 1857. El consulado introdujo importantes cambios en el sistema económico paraguayo. Se inicia la primera reforma tributaria con organizaciones e inclusión de impuestos y el inicio de una reforma agraria con distribución de animales y útiles para la labranza a los campesinos y el arriendo de terrenos fiscales para productores, acompañado de las mejoras en infraestructuras viales, mejorando caminos para la conexión rápida de centros de producción y de consumo. Otro aspecto básico fue la creación de una moneda nacional. El consulado dispuso la creación de una moneda nacional, hasta entonces el Paraguay no contaba con sistema monetario ya que las transacciones eran en trueque o en monedas españolas.
Todo el marco institucional heredado del consulado sirvió al presidente Lopez para continuar y empezar a construir el país rico y prestigioso de aquella época. El crecimiento económico se debió a varios factores, a saber: la apertura de los ríos para la navegación. Se firman tratados comerciales tales como el tratado de amistad, comercio y navegación con Brasil el 27 de abril de 1855.
Ante las dificultades del sistema de trueque, el presidente López en su afán de búsqueda de un medio de intercambio ágil, solicitó al Congreso Nacional el 24 de noviembre de 1842, la autorización para acuñar 30.000 (treinta mil) pesos en cobre con visto bueno. En este contexto, la primera moneda genuinamente paraguaya, aunque acuñada en Inglaterra, fue de cobre. La misma contaba con la leyenda "República del Paraguay" junto a la denominación de 1/12 dentro de un círculo en el anverso. A su vez, en el reverso tenía un asta con gorro frigio y a sus pies un león sentado, todo en una corona de laurel.
Posteriormente, en 1847 se realizó la emisión de un título inconvertible bajo la garantía del Estado, siendo este el primer papel moneda del Paraguay. El total de esta primera emisión alcanzó un valor de 200.000 (doscientos mil) pesos y se determinó que el Tesoro Nacional y otras reparticiones de la Nación debían aceptarla como moneda corriente en pago de derechos Una segunda emisión de títulos fue realizada en 1851 por 100.000 (cien mil) pesos, en donde las denominaciones máximas de los títulos se redujeron de 4 y 5 pesos a 1 y 2 pesos. El desgaste de los billetes emitidos, tanto por su uso como por su mala calidad, obligó al Gobierno a decretar la renovación de los mismos en el año 1853, procediéndose a la incineración de los billetes rescatados. Posteriormente, casi al finalizar el período presidencial de Carlos Antonio López, se registró una última emisión el 31 de marzo de 1862 por 1.000.000 (un millón) de pesos. Estas últimas emisiones se realizaron para financiar las obras del gobierno y las mismas produjeron una significativa desvalorización de la moneda nacional.
En materia de crecimiento económico, el Paraguay empezaba sus pasos como país moderno y el modelo de crecimiento conocido era el la Revolución Industrial, donde de una economía artesanal se pasaba a la industrialización para la producción en gran escala con facilidades de transporte y maquinarias para las fábricas. En el marco de este proceso, el gobierno adquirió el vapor, instaló la fundición de Ybycuí, emprendió la construcción del ferrocarril, el uso del telégrafo, entre otras acciones. Esto denota una primera etapa de apego a la idea de crecimiento económico atendiendo primordialmente a todo lo de transporte y comunicaciones e industrias pesadas. Estos indicadores avalan que el Paraguay de Carlos A. López apostó a un crecimiento basado en tecnología de aquella época.
Francisco Solano López fue encargado por el gobierno de su padre, de contratar técnicos europeos y adquirir maquinarias con que promover el desarrollo industrial del Paraguay. A decir de Cardozo (1987), los progresos materiales alcanzados en todos los órdenes, bajo la dirección de los técnicos europeos contratados hicieron del Paraguay una unidad económica autónoma y pujante que en poco tiempo se colocó entre los primeros países sudamericanos.
La libre navegación permitió el florecimiento del comercio internacional. La yerba mate fue el principal rubro de exportación seguido de maderas, tabaco, cueros y naranja. La balanza comercial presentó saldo superavitario toda la década del 50, de tal forma que comparando cifras de los años 1851 y 1858, se tiene que las exportaciones prácticamente se triplicaron mientras que las importaciones se incrementaron 6 veces más, cifras que avalan el aumento de la apertura internacional del Paraguay.
No sólo la economía interna se revolucionaba, sino también hubo muy buen manejo en materia de Política Económica Internacional, ya que Francisco Solano López, nombrado como Ministro en Misión Especial, empezó con tratativas con las grandes potencias mundiales de la época: Inglaterra, Estados Unidos, Francia, entre otros. Una ubicación temporal nos sitúa en una Francia bajo el dominio de Napoleón III y en una Inglaterra pregonando el liberalismo comercial. La Constitución francesa de 1852 no hace más que confirmar la concentración de todos los poderes en Napoleón III, mientras que en 1846, Gran Bretaña adoptó el librecambismo, que era un sistema económico que apuntaba a la supresión de todas las tarifas aduaneras. Estas doctrinas económicas sirvieron de base para tomas de decisiones políticas en el Paraguay, emulando los pilares de crecimiento económico de aquel entonces.
Tres pilares caracterizan la política económica de Don Carlos A. López: Primero: el aumento de ingresos estatales debido al aumento de flujo comercial tras la liberalización de las fronteras. Segundo, la inversión en industria pesada de la época en fábricas metalúrgicas y comunicaciones; y tercero, el uso inteligente de la estrategia diplomática de encuentro e interés promoviendo productos paraguayos y publicitando la independencia de una nación soberana. Con estos pilares, se construyó un canal facilitador para el despegue económico tras la economía casera y de autoabastecimiento del periodo anterior.
LA ECONOMÍA DESTRUIDA POR LA GUERRA
Francisco Solano López comenzó a gobernar en 1862 con una corta duración por la guerra de la Triple Alianza. Al asumir su gobierno, la política económica fue caracterizada por ser más populista ya que intensificó las políticas que había iniciado su padre, estableciendo premios para los agricultores, enviando estudiantes pobres a Europa, otorgó préstamos a lo que hoy en día denominamos PYMES y todo en base a un gran impulso y al desarrollo del ferrocarril. De no haber existido la interrupción en estas medidas, el Paraguay hubiese logrado una estructura económica interna robusta que acompañe su política comercial externa.
Ya en ambiente de guerra, el presidente Francisco Solano López decretó en 1865 una emisión de títulos por 5.000.000 (cinco millones) de pesos. Asimismo, se autorizó el uso del oro, plata y demás herencias financieras de la administración anterior para el pago de los técnicos extranjeros que prestaban sus servicios en el país y para la compra de material bélico en Europa. Ese mismo año, al iniciarse la contienda bélica, los adversarios establecieron un bloqueo económico total al Paraguay, con fuerte impacto en la economía paraguaya. El temor de los saqueos propios de una guerra hizo que, como manera de proteger la riqueza del país, fueran enterrados los numerarios y metálicos del Gobierno y de la población.
Monedas Campamento utilizadas durante la Guerra del 70.
De 1865 a 1870 el Paraguay no solo sufrió la humillación de la guerra, sino el saqueo, la destrucción de una nación progresista. La guerra desbastó al Paraguay, haciendo desaparecer la riqueza pública y privada, y estancando al Paraguay a los designios de pobreza y humillación no solo política sino económica. El más pujante capital del Paraguay: su infraestructura había desaparecido, la mayor parte de los caminos, calles, puentes, las vías de ferrocarril, la marina mercante ya que fueron arruinadas y destruidas.
Con la guerra de la Triple Alianza y los saqueos y robos, desaparecieron muchos derechos y muchos propietarios, lo que permitió a los gobiernos posteriores la oportunidad de declarar como "tierras fiscales" a grandes extensiones del territorio nacional, sean ellas explotadas productivamente o no. Así, de haber sido país líder en Sudamérica con grandes pasos de crecimiento económico, pasó a ser un país pobre, humillado, disminuido territorialmente y con una gran deuda pública ante los contrincantes ganadores.
LA RECONSTRUCCIÓN Y UNA ECONOMÍA CON ROSTRO DE MUJER
Culminada la guerra, de los tres aliados, Brasil y Argentina trataron de mantener el control económico del país. Los datos reflejan que la nación brasilera tenía gran interés en un control mayoritario ya que la guerra les costó aproximadamente 200 millones de dólares. Con estos intereses presentes, en la etapa inicial post guerra se tiene a una economía paraguaya totalmente controlada por extranjeros y que siguieron en sus afanes incluso con los acuerdos de paz suscriptos luego de 1870 que garantizaron la independencia de Paraguay y la libre navegación fluvial.
Un evento de transcendencia a nivel institucional es la promulgación de la Constitución Nacional de 1870, en época de Cirilo Antonio Rivarola como presidente constitucional de la República. Esta Constitución de 1870 fue de inspiración liberal basada en las leyes fundamentales de las potencias ejes de aquel entonces como Estados Unidos, Argentina y otros países europeos. En líneas generales establecía un amplio sistema de derechos y garantías a la ciudadanía e incluía como una atribución del Congreso el ".....contraer empréstitos de dinero sobre créditos de la Nación y establecer y reglamentar un Banco Nacional con la facultad de emitir billetes". En consecuencia, en ese mismo año surge la primera tentativa de crear un banco emisor en el país, el cual llevaría el nombre de "Banco del Paraguay". Este banco tendría que haber sido fundado con préstamos del sector privado, pero el proyecto no pudo concretarse debido a la inestabilidad política y económica de entonces. El vacío en las arcas públicas llevó a la necesidad de búsqueda de financiamiento interno y externo. Y al efecto, en diciembre de 1870, a fin de calmar el ahogo financiero estatal, se lanzó la primera emisión de billetes de 100.000 pesos y en julio del 1871 otra emisión por valor de 300.000 pesos con garantías de las propiedades fiscales y del ferrocarril. Por otro lado, la falta de experiencia en temas financieros da cuenta de una gran desventura financiera en lanzamientos de bonos de un millón ti e libras esterlinas y de dos millones de libras esterlinas cuyos lanzamientos fueron exitosos por la rápida demanda existente, pero con mal resultado ya que deduciendo costos y comisiones, sólo llegó al Paraguay la suma 403.000 libras del primero y 124.000 libras del segundo. (Cardozo, 1987).
Los estragos de la guerra dejaron su secuela en eliminar el más valioso capital económico de la nación paraguaya: la fuerza laboral masculina. El Paraguay de la post guerra presentó una estructura poblacional mayoritaria de mujeres y niños entre la población sobreviviente. Cabe destacar que el área política y nacional fue reestructurada por la masa masculina conformada por los pocos sobrevivientes, exiliados que han regresado y extranjeros. Mientras que la difícil tarea de reconstrucción económica, social y cultural recayó en la población mayoritariamente femenina. Se abrieron industrias caseras donde las jefas de hogar procesaban artesanalmente tabaco, miel, dulce, y tejidos. La historia económica, así abre, un capítulo al rol de las mujeres, no sólo con las figuras de las residentas y guerreras durante la guerra, sino más bien en la postguerra el trabajo de la mujer fue el pilar fundamental para que la nación paraguaya pueda reponerse y sobrevivir hasta el presente.
LA POST GUERRA Y LA RESTAURACIÓN ECONÓMICA
En la post guerra, Paraguay se preparó para su relacionamiento a nivel internacional y por ende, las principales reformas abarcan la parte financiera y monetaria, autorizando a las primeras entidades bancarias a operar. Todos los gobiernos de la post guerra apuntaron a levantar el país de la ruina económica y financiera. El periodo del presidente Juan Bautista Gill (1874-1878) enfatizó la restauración de la infraestructura con inversiones en obras públicas (tranvías, pavimentación de calles, etc.). El enfoque fiscal expansivo de generación de rentas aumentando impuestos estuvo acompañado con la emisión de papel moneda a fin del equilibrio entre ambos sectores.
En este periodo se enumeran varios intentos de estabilizar la moneda y centralizar la emisión. Así, en marzo de 1874 se establece la "Caja de Conversión", entidad que debía encargarse de la conversión en metálico de la emisión de papel moneda realizada en enero de ese año y con potestad de emitir sus propios billetes, con el simple respaldo de un reducido capital, y hacer descuentos al comercio. Posteriormente, en enero de 1875, se crea la 'Asociación General de Comercio Paraguayo', un banco mixto que en su operativa parecía más un banco comercial que un Banco Central ya que no podía emitir billetes. No obstante, esta institución fue habilitada a emitir un bono al portador (bonos de caja) que eran pagaderos en oro sellado al vencimiento. La entidad, que puede ser considerada la primera institución bancaria comercial del país, no pudo resolver los problemas derivados de la falta de liquidez en la economía y dejó de operar en el mes de mayo del mismo año. En su reemplazo se estableció, en agosto de 1875, la "Comisión del Crédito Nacional”. Esta comisión tuvo entre sus responsabilidades la emisión de billetes, el rescate de los billetes y la comercialización del tabaco, esto último con la finalidad de captar los recursos necesarios para la conversión del papel moneda. Dada la arbitrariedad de su operativa, ya que expropiaba a los productores parte del fruto de su trabajo, este sistema no fue bien visto por la población y el mismo tuvo que ser dejado de lado en octubre del mismo año. Como consecuencia, se restableció la "Caja de Conversión", pero nuevamente esta entidad resultó poco efectiva en su desempeño.
Durante la presidencia del General Bernardino Caballero (provisional 1880-1882 y constitucional de 1882-1886) se fundó el Banco Nacional del Paraguay, un banco mixto nacionalizado en el año 1890, al cual se le otorgó atribuciones para ser agente financiero del Gobierno, de conceder créditos hipotecarios y recibir depósitos de ahorro a plazo y a la vista. La mejoría de la coyuntura económica nacional y mundial creó un ambiente de negocios más favorable a partir de 1885. Esto permitió la reactivación del comercio exterior y la entrada de capitales extranjeros al país, disminuyendo así los problemas financieros del gobierno. El capital privado fue motivado para apoyar más activamente a las actividades productivas del país, presentándose numerosas propuestas para la instauración de bancos de propiedad privada. En este escenario, se sumó a la actividad bancaria, el Banco de Comercio en el año 1886, entidad privada autorizada para operaciones de crédito y pago de intereses.
El paquete de medidas económicas de reactivación contempló incentivos a la industria y comercio, se realizaron ventas de tierras públicas y del ferrocarril con fin de generar rentas al Estado. Algunos hechos importantes a nivel institucional se traducen en la creación del Registro Civil de Personas, de la Junta de Crédito Público, la promulgación de la Ley de Municipalidades y de la Ley de Reorganización de la Administración Pública. Bajo este gobierno en el año 1883 Uruguay condona la deuda de guerra, firmándose un tratado de paz y amistad.
En el gobierno del General Patricio Escobar (1886-1890) se siguió la política fiscal iniciada por el Gral. Caballero, continuando con la ejecución de obras públicas financiadas con el dinero proveniente de la venta de tierras e inicio de una política industrial no sólo a nivel nacional sino también a nivel internacional. Complementariamente, una gran medida gubernamental fue la promulgación de la Ley de las Marcas de Fábrica y Comercio y del Derecho de Propiedad de las Marcas, factor fundamental para ordenar y defender la propiedad privada y la innovación.
Obra en archivos la Ley del 10 de febrero de 1888 autorizando a la Comisión Central para la Exposición de París, en abril 1889 a reunir los productos paraguayos y acompañar con una obra sobre el Paraguay escrita en francés, hecho que realza la nueva apertura del gobierno paraguayo en su expansión comercial a nivel internacional. El 4 de junio de 1889 se autoriza al Poder Ejecutivo a recibir el precio de venta del ferrocarril y otorgar la correspondiente escritura de traspaso estipulándose que del precio total a recibirse, la mitad sea pagada en oro en libras esterlinas al contado. En este contexto, se destaca la buena relación financiera a nivel internacional sobre los ajustes de venta del ferrocarril en un ambiente de fluida relación con los inversionistas extranjeros, quienes expresaban su felicitación al Gobierno con el deseo de "marchar adelante en una carrera de prosperidad, cuyo primer paso ha sido dado por el restablecimiento de su crédito público y el siguiente tiene que ser una grande mejora en sus vías de comunicaciones (carta del 1º de junio de 1888 firmada por el Sr. E. P. Bouwerie en nombre del Consejo de Tenedores de Bonos Extranjeros).
Asimismo, varias entidades bancarias son autorizadas a operar. El 2 de agosto de 1887, el presidente Patricio Escobar concede por Ley al señor Guillermo Godio la autorización de fundación de un banco hipotecario con privilegio de 40 años, destinado a facilitar los préstamos sobre hipotecas y en reembolso a largo plazo. Las operaciones permitidas fueron: la emisión de cedulas de créditos transferibles sobre hipotecas constituidas a su favor, y cualquiera otra obligación que estime conveniente para los fines de la institución; la recaudación de las anualidades que deben los hipotecarios del banco, entre otros. Por otro lado, el 24 de setiembre de 1887 se crea el Banco Agrícola con el fin de fomentar y proteger la agricultura, con capital de 3.000.0000 pesos; y el 13 de setiembre de 1889, se autoriza a los bancos: Nacional del Paraguay, de Comercio y del Paraguay y Río de la Plata para hacer acuñar 3 millones de pesos fuertes de plata en el exterior.
Un hecho de relevancia bajo este gobierno es la fundación de partidos políticos con posturas socioeconómicas diferentes, que daba lugar a nuevos marcos de concepciones ideológicas que los afiliados debían abrazar, contemplando así un diferencial en principios y corrientes de política económica. Se fundaron el Partido Liberal el 10 de julio de 1887 y el Partido Colorado el 11 de setiembre de 1887, agremiaciones políticas que, hasta la fecha, son los dos partidos más tradicionales en el país.
Hacia fines de 1890, el Gobierno implementó un plan para reestablecer un esquema de convertibilidad a fin de generar confianza en los billetes usados por la población paraguaya. Este plan buscaba igualmente apoyar al estatal Banco Nacional, para lo cual se decidió prorrogar la inconvertibilidad de los billetes por unos años, centralizarla emisión de billetes en dicho banco y establecer límites a la emisión de billetes. Al mismo tiempo, los otros bancos existentes empezaron a operar sólo como bancos comerciales, pues se reglamentó que los billetes emitidos por estas instituciones serían de circulación prohibida una vez terminado el plazo de inconvertibilidad. El poder de emisión empezó entonces a ser potestad de una sola institución, en este caso de naturaleza estatal. Sin embargo, a pesar de sus esfuerzos, el Gobierno no pudo restablecer el equilibrio en el sector bancario, por lo que todos los bancos entraron en proceso de liquidación, incluyendo el Banco Nacional Lo anterior motivó la desaparición del crédito al comercio y, con la finalidad de atenuar la crisis, a fines de 1892 fue creado el Banco Mercantil y reactivado el Banco Agrícola.
Ya a inicios del Siglo XX, bajo la presidencia de Emilio Aceval (1898-1902) se sancionó la Ley de Colonización y Hogar con propósito de ayudar a campesinos sin tierras, siendo esto un inicio resaltante en pro de la reforma agraria, tan necesaria para un país agrícola.
Fuente:
Obra de ZULMA ESPÍNOLA GONZÁLEZ.
COLECCIÓN : LA GRAN HISTORIA DEL PARAGUAY, 20
© Editorial El Lector
Director Editorial: Pablo León Burián
Director de la Colección: Herib Caballero Campos
Diseño de portada: Celeste Prieto
Diseño Gráfico: Joel Lezcano Aguilar
Corrección: Nidia Campos
Portada: Caricatura de Plácido Casaús sobre la venta de tierras públicas a fines del siglo XIX
Hecho el depósito que marcha la Ley 1328/98
ISBN: 978-99953-1-092-9
El Lector I: 25 de Mayo y Antequera. Tel. 491 966
El Lector II: San Martín c/ Austria. Tel. 610 639 - 614 258/9
Esta edición consta de 15 mil ejemplares
Editorial El Lector,
Asunción-Paraguay 2010 (123 páginas)
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